Micro-cuento separado por dos-líneas.



Cada tarde que se encontraban entre las calles de la ciudad, el silencio reflejado en sus miradas y sonrisas tímidas hacían del ruido y la vida cotidiana desaparecer.

La vida se detenía creando una complicidad entre una mujer y un hombre caminando por Reforma en un verano en que los sorprendería la lluvia.

Esas gotas de lluvia que te recuerdan estar vivo; el viento y el frío fundido con el calor del pavimento, los pasos calmados en un espacio sin tiempo.

El tiempo no existe entre estas dos personas, encontrarse hoy como si fuera la primera vez, encontrarse hoy como si fuera la última vez.

Allin L. Reyes

Catadora profesional de chilaquiles, experta en las calles de la CDMX.